Franco Pantano llegó al voluntariado del Hospital San Juan de Dios de León buscando algo que ofrecer. Licenciado en Medicina por la Universidad de Buenos Aires (2012-2019), este joven argentino llegó con su pareja en 2020, con la pandemia de coronavirus como telón de fondo, a España para jugar en el León Rugby Club y con la idea de, una vez homologado el título, hacer la residencia en Psiquiatría. Una especialidad de la que le atrae, por encima de todo, “todo lo que queda por descubrir”. “Me interesan las bases biológicas del comportamiento humano, así como el estudio del inconsciente”, señala al respecto.
La mejor comprensión de nuestro cuerpo, mejorará nuestra calidad de vida.
En su país de origen, y de la mano de algunos compañeros de facultad como Sofía Macchi, Franco se implicó en ‘Preservate’, un proyecto de educación sexual integral orientado a pre adolescentes y adolescentes que va más allá de los métodos anticonceptivos y de las enfermedades de transmisión sexual (ETS). Así, el conocimiento del cuerpo, el consentimiento, el placer, los sentimientos y la ruptura de tabúes son otros aspectos que abordan en charlas como las que él ya ha impartido en el centro La Fontana del Programa de Protección Internacional (PPI) de San Juan de Dios, anexo a la parroquia San Antonio de Padua del barrio de Armunia.
Porque, en sus propias palabras, “la mejor comprensión de nuestro cuerpo, mejorará nuestra calidad de vida”. Y para ello, según asegura, “lo primero es llamar a las cosas por su nombre” para poder restar dudas y sumar certezas. “En Argentina nos dimos cuenta de que la información en este ámbito, como ocurre también con los primeros auxilios, es clave. Y la salud sexual es un derecho, no un privilegio”, precisa sobre un ‘Preservate’ que, en un destierro a los mitos, persigue romper con los estereotipos de género, así como promover actitudes responsables y el respeto por la diversidad sexual. “No somos lo que pensamos, somos lo que hacemos. Elegimos los pensamientos que llevar hacia delante con nuestras acciones y nuestras palabras”, deja claro al hablar de una sexualidad que va mucho más allá de los genitales. Más aún en un contexto en el que el consumo de pornografía, a edades cada vez más tempranas, está generando una distorsión de lo que es.
Por «instinto de supervivencia»
La elección de la carrera de Medicina para este joven argentino se basó en la necesidad de “satisfacer un instinto de supervivencia, autosustentabilidad y autosuficiencia”. “Ahora estoy concentrado en compartir los conocimientos adquiridos y seguir aprendiendo para mejorar como profesional y como persona”, explica Franco consciente de que su mal pulso (risas) le llevará a ejercer una especialidad clínica y no quirúrgica.
Franco Pantano
Voluntario del PPI
Hospital San Juan de Dios de León