Las palabras invitan a la acción. Cualquier cambio en nuestras vidas no sucederá sin unas palabras inspiradoras. Bien lo sabe J.V.C. que, a sus 45 años, ha encontrado en León el discurso que necesitaba para salir del bache sin más tropiezos. “Mi estancia durante un mes en el Hogar Municipal del Transeúnte ha sido fundamental”, asegura al hablar de un recurso gestionado por la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios en estrecha colaboración con el Ayuntamiento que, solo en 2022, acogió en su albergue a 516 personas que sumaron 3.528 pernoctaciones, así como a 326 en su servicio de acogida diurna.
Tuve una mala experiencia antes de venir aquí. Estaba solo y desolado, sin recursos y con una anemia bastante severa. Mi estancia en el Hogar ha sido fundamental.
“He encontrado el tiempo que necesitaba para poder arreglar mi situación personal y establecerme en León con unas condiciones óptimas para no volver a verme otra vez sin un techo”, explica sin olvidarse de dar las gracias a otras entidades como Cáritas, la Sociedad San Vicente de Paúl, que gestiona Calor y Café, y la Asociación Leonesa de Caridad (Asleca), responsable del comedor social al que ha acudido cada día.
“Tuve una mala experiencia antes de venir aquí. Estaba solo y desolado, sin recursos y con una anemia bastante severa”, explica J.V.C. Y es que la calle, bajo un cielo abierto, les agrava enfermedades crónicas y dificulta su acceso a la salud. No en vano, la esperanza de vida de las personas sin hogar es 25 años menor a la del resto de la población.
“Me voy con bienestar –mental y físico- salud y alegría”, resume un hombre que, pese a las circunstancias vitales que siempre le han rodeado, se ve con fuerzas para emprender lo que llama “una vida socialmente aceptable”. Y todo gracias a haberse ‘tropezado’ en el bache con “un equipo de personas extraordinario” que le ha hablado con “palabras de vida”.
Un «ingrediente estupendo»
Luz Lozano, responsable del Hogar Municipal del Transeúnte (Panaderos, 5), siempre ha defendido que “alargar las estancias ayuda a generar un vínculo de confianza más fuerte” y, sobre todo, es un “ingrediente estupendo” para fortalecerles y empoderarles como personas dignas que son. “He percibido cómo el cariño les da esperanza, les empuja a querer avanzar y les ofrece esa apertura necesaria para la integración social a través de los recursos que les podemos ofrecer”, confiesa.
Así, más allá de un techo, calor y comida, incide en ese “trato digno”, en esa “escucha atenta” a sus realidades y necesidades sin perder de vista, en ningún momento, la hospitalidad que define a todos los centros de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios y que “tiene su base en valores como el respeto, la calidad, la calidez y la espiritualidad”.
J.V.C.
Usuario del Hogar Municipal del Transeúnte
Hospital San Juan de Dios de León