
REVISTA Nº 138 – MARZO 2020
Stop caídas
El cuidado a las personas mayores va a ser el mayor reto clínico de nuestros tiempos. Fragilidad, caídas y dependencia son características actuales de las personas de más de 70 años sedentarias, que deben ser atendidas prioritariamente dadas las expectativas de crecimiento de la población mayor.
La discapacidad y la dependencia en muchos casos depende de factores modificables por la propia per- sona, entre ellos, la realización de ejercicio físico.
La salud de las personas mayores se debe medir en términos de función y no de enfermedad, ya que la función determina la expectativa y la calidad de vida, junto con los recursos y apoyos que se precisarán. El objetivo es tener un grado de función que permita la mayor autonomía.
Un concepto clave es el de fragilidad, se trata de un estado de pre-discapacidad, de riesgo de desarrollar una discapacidad. Es un buen predictor de eventos adversos de salud y se entiende como el incremento de vulnerabilidad de la persona. Predice la discapacidad, la hospitalización, las caídas, la pérdida de movilidad y la enfermedad cardiovascular.
Además del envejecimiento, uno de los factores que mejor explica la fragilidad es la drástica reducción que se observa con el paso de los años en la cantidad y calidad de actividad física diaria. Entonces, hay que actuar sobre su principal factor de riesgo, la inactividad. Las intervenciones centradas en ejercicio físico han demostrado su eficacia en retrasar e incluso revertir la fragilidad y la discapacidad.
Una de las consecuencias de la fragilidad son las caídas, que representan una causa importante de discapacidad en personas mayores, fundamentalmente debido a la fractura de cadera, la hospitalización y el síndrome de temor a caerse. En España 1 de cada 3 mayores de 65 años se cae una vez al año, entre los mayores de 80 años, al año se caen 1 de cada 2 y de los que se caen, la mitad se vuelve a caer en el mismo año. El 50% de las personas mayores que han sufrido una caída no recuperan su nivel previo. El ingreso hospitalario supone un agravante en personas frágiles, aumentando el riesgo de mortalidad, provocando un deterioro mayor y discapacidad en el momento del alta.
Sin embargo, según demuestran los últimos estudios realizados a personas frágiles y pre-frágiles, un programa de ejercicio físico multicomponente consigue mejorar su situación y prevenir la fragilidad.
Los programas de entrenamiento multicomponente desarrollan la fuerza muscular, la resistencia aeróbica, el equilibrio y la flexibilidad.
• La fuerza mejora la función neuromuscular. Retrasa la pérdida de masa muscular.
• La resistencia aeróbica mejora la capacidad cardiovascular.
• El equilibrio aumenta la estabilidad y la propiocepción.
• La flexibilidad aumenta la amplitud de los movimientos.
En conjunto, el desarrollo de estas cuatro capacidades físicas y coordinativas consigue mejorar la funcionalidad de la persona mayor, reduciendo el riesgo de caídas, además frena el deterioro cognitivo y mejora el bienestar emocional, aumentando de esta manera su calidad de vida.
España desde el Ministerio de Sanidad, es uno de los primeros países en disponer de un documento consenso sobre fragilidad, entre las medidas previstas, incluye el entrenamiento multicomponente.
Algunas ideas generales para el entrenamiento de las personas mayores:
• El programa de ejercicio debe incluir aumentos graduales en duración, intensidad y complejidad.
• Asegurar un mínimo diario de ejercicio físico (10- 30 minutos) es un excelente estímulo para mejorar la capacidad física y funcional.
• Hay evidencia sobre la efectividad del entrenamiento multicomponente en ejercicios en grupo e individuales.
• Es recomendable hacer ejercicio físico en casa, en el parque o en el hospital simulando actividades de la vida diaria, como sentarse y levantarse, subir y bajar los brazos o levantar rodillas.
• El propio cuerpo es un excelente medio para hacer ejercicio, no es imprescindible un equipamiento especial, aunque puede servir de ayuda.
• Un buen ejercicio es realizar todas las actividades diarias por medios propios, por ejemplo, desplazarse andando, subir y bajar escaleras o cargar con la compra.
• Es mejor realizar un poco de ejercicio todos los días que intentar realizar mucho en pocos días.
Ludens, desde la unidad de ejercicio físico del Hospital San Juan de Dios de León, desarrolla programas de entrenamiento multicomponente específicos e individualizados para la mejora de la condición física de las personas mayores.
El texto ha sido elaborado en colaboración con la Dra. Martín, jefa de Geriatría y, con el Dr. Alcoba, jefe de rehabilitación, ambos del Hospital San Juan de Dios de León.
Jesús Martínez González
Ludens
Hospital San Juan de Dios de León