Precisión milimétrica en la colocación de prótesis
El nuevo robot ROSA (Robotic Surgical Assistant, por sus siglas en inglés) –al que próximamente se unirá el robot quirúrgico Da Vinci de Abex- permite al cirujano tener una precisión milimétrica en la colocación del implante en la articulación, con valores dentro de un rango de un milímetro de longitud y un grado de rotación y, todo ello, con información en tiempo real.
Además, posibilita una recuperación más rápida del paciente. Y es que, al acortarse los tiempos de intervención gracias a una planificación más detallada, hay un menor sangrado, lo que reduce significativamente el riesgo de infección y conlleva una menor necesidad de analgesia.
El Hospital San Juan de Dios de León acaba de incorporar a su oferta asistencial la cirugía robótica para las intervenciones de prótesis de rodilla de la mano de Zimmer Biomet.
Otro de los aspectos en los que el nuevo robot quirúrgico del Hospital San Juan de Dios de León marca la diferencia es en el mayor respeto a los tejidos blandos: “ROSA nos da la opción de personalizar la rotación del componente femoral en función de la tensión de los ligamentos. Con el nuevo sis- tema podemos comprobar in situ cómo responde la rodilla del paciente durante el procedimiento”.
El equipo –que ya funciona en otros centros de la Orden como el Hospital San Juan de Dios de Santurtzi y el Sant Joan de Déu de Palma-Inca- está compuesto por dos torres, en una está el brazo robótico, que guía a los cirujanos durante los cortes, y en la otra hay una cámara que monitorea los sensores que se colocan en los ejes de la pierna del paciente. ROSA utiliza imágenes preoperatorias de rayos X y los datos recopilados durante la cirugía para informar al cirujano sobre detalles anatómicos que permiten ajustar, de forma adecuada, el implante al momento de la colocación y al finalizar validar que el dispositivo esté en el lugar correcto.
MyMobility, una experiencia personalizada y conectada
Por otro lado, la plataforma MyMobility –con la implicación del personal de Enfermería- permitirá un seguimiento del paciente en el pre, intra y postoperatorio con el fin de optimizar la intervención y su recuperación. Se trata de una aplicación que recuerda a la persona los ejercicios concretos de preparación que se han aconsejado realizar antes de la operación e, igualmente, evalúa el grado de cumplimiento de la rehabilitación prescrita tras la intervención.
“Esta app guía a los pacientes a través de una experiencia personalizada y conectada, al tiempo que el equipo clínico accede a través de un portal web a datos objetivos acerca del estado y progreso de sus pacientes”, han indicado desde Zimmer Biomet sobre el potencial de una herramienta ali- neada con la humanización de la asistencia que caracteriza a San Juan de Dios.
“Se trata de un sistema innovador que prolonga el cuidado del paciente por parte de los profesionales más allá del Hospital, porque con los datos de la actividad del paciente se puede mejorar todo el proceso rehabilitador”, ha celebrado Juan Francisco Seco.
Diamagnetoterapia en el servicio de Rehabilitación
De manera paralela, el Hospital San Juan de Dios de León ha invertido cerca de 65.000 euros en una bomba diamagnética para el servicio de Rehabilitación, del que forman parte los doctores José Antonio Alcoba Pérez y Jesús Galán de la Calle. Una terapia no invasiva que basa sus principios de funcionamiento en el uso de campos magnéticos de alta intensidad hiperpulsados y a baja frecuencia.
“Este innovador dispositivo, que genera un campo magnético de 2.2 Tesla de intensidad, influye acelerando el metabolismo celular de los diferentes tejidos del cuerpo con una eficacia terapéutica muy superior a cualquier tecnología empleada hasta ahora”, ha explicado Soraya Campos, supervisora del servicio, sobre su mecanismo de acción.
Al acortarse los tiempos de intervención gracias a una planificación más detallada, hay un menor sangrado, lo que reduce significativamente el riesgo de infección y conlleva una menor necesidad de analgesia.
En este sentido, la diamagnetoterapia, también llamada MDA (Aceleración Diamagnética Molecular), es una terapia adaptable a la complejidad de la patología y permite intervenir sobre la piel dañada sin necesidad de contacto directo con la piel. “Nos ayuda a drenar edemas, abordar cicatrices y tratar úlceras o heridas abiertas incluso a través de un vendaje o escayola”, ha asegurado sin olvidar roturas de fibras, tendinopatías, contracturas, desgarros, contusiones, esguinces, fracturas y lesiones musculares.
“Con la bomba diamagnética acortamos los tiempos en los tratamientos de los pacientes, acelerando su recuperación, y obtenemos mejores resultados”, ha precisado la responsable de un servicio de Rehabilitación que en 2022 rozó las 30.000 sesiones (29.934) frente a las 28.344 y 23.444 de 2021 y 2020, respectivamente. “Si tenemos en cuenta que el 60-80% de las estructuras corporales son líquidas y el líquido es un material diamagnético, podemos entender su gran capacidad de actuación en los tejidos”, ha apostillado.
Raquel Santamarta González
Responsable de Comunicación y Marketing
Hospital San Juan de Dios de León