La entrevista
Una persona deja de ganar masa ósea a los 35 años y comienza a perder a un ritmo que, en el caso de las mujeres, se acelera con la menopausia. ¿Cómo se puede prevenir y por dónde pasan los tratamientos actuales?
La prevención de la osteoporosis es clave en la población en general y, sobre todo, en las mujeres por una mayor esperanza de vida y por su fisiología particular. La alimentación sana con aporte de vitamina D, el ejercicio físico moderado, la evitación de barreras físicas y los tratamientos médicos actuales con antirresortivos y osteoformadores son el arsenal preventivo del que disponemos.
La Traumatología ha vivido una constante evolución, logrando resultados espectaculares en la recuperación de huesos, articulaciones y músculos de forma cada vez más rápida y necesitando cada vez menos tiempo de restablecimiento. ¿La cirugía robótica y la impresión en 3D de prótesis son el futuro?
Efectivamente. La cirugía con navegadores, la cirugía robótica, la bioimpresión y la impresión 3D ya están aquí. Sin embargo, no nos podemos dejar arrastrar por la novedad y descuidar los principios clásicos de la técnica quirúrgica. Todo lo demás puede ayudar a la colocación de los implantes con sus ángulos correctos, respeto de partes blandas, corredores seguros, premoldeado de placas, etc.
¿Y qué hay de los avances en medicina regenerativa?
Diariamente utilizamos la infiltración de plasma rico en plaquetas y los aspirados de médula ósea. Es un aspecto que me interesa, ya que mi tesis doctoral versó sobre la transformación de células madre de la grasa infrapatelar de la rodilla en condrocitos (células del cartílago). Queda todavía mucho que hacer, porque los andamiajes y vehículos para implantar esas células madres todavía no son los ideales, pero sin duda el camino es ese.
Aseguraba en un congreso que “hace falta una mayor formación de los profesionales en el tratamiento del dolor agudo”
Esa afirmación la hice con motivo de una entrevista que me hicieron por mi cargo de vocal de Asuntos Profesionales en la Junta Directiva Nacional de la Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología (SECOT). Se está investigando en moléculas nuevas para su tratamiento. Cada vez se hacen más cirugías mayores de forma ambulatoria y a veces el abordaje del dolor postoperatorio es insuficiente, lo que acarrea un ingreso postquirúrgico. En general, la formación pregrado y postgrado es pobre en este aspecto, no así obviamente en los especialistas que se dedican a ello como son los anestesiólogos.
¿Por qué eligió la especialidad de Traumatología? ¿Era su primera opción?
Desde la Facultad siempre me gustaron las especialidades quirúrgicas (fui alumno interno de Cirugía General), pero la Traumatología en especial me gustó por su amplitud, variedad de patologías y tratamientos y por su alta resolución. Por supuesto que fue mi primera opción y si me tocara volver atrás la volvería a escoger.
¿Qué aspectos le apasionan más de la especialidad?
A mí me gusta la patología ortopédica y traumatológica de la cadera y pelvis. Es decir, todo lo relacionado con la artrosis de cadera, necrosis, displasia, recambios, patología de partes blandas y todo lo relacionado con las fracturas de cadera, acetábulo y pelvis. Desde luego, otros aspectos de la especialidad son apasionantes como la patología relacionada con el deporte, las técnicas artroscópicas, la cirugía tumoral, etc.
¿Cuál es el caso o cirugía más compleja a la que se ha enfrentado?
En mis más de 30 años de experiencia he visto y practicado muchas cirugías complejas como las hemipelvectomías internas y externas por patología tumoral de la pelvis (realizadas con el Dr. Ramos Pascua, Jefe de Servicio del CAULE hace años), y también las fracturas de pelvis y acetábulo, además de los recambios de prótesis de cadera aflojadas o infectadas.