dr. ignacio guereñu carnevali

EL ESPECIALISTA

REVISTA Nº 143 – JUNIO 2021

Marta Lamoca Martín

La Dermatología se ocupa y preocupa del conocimiento de la piel humana y de las enfermedades que primaria o secundariamente la afectan, así como de los métodos para la prevención de las mismas y para la preservación o la recuperación de la normalidad cutánea. Porque la piel es mucho más que una cobertura. Es el mayor de nuestros órganos, y su función es proteger y aislar el organismo de amenazas externas, desde infecciones a agresiones físicas o químicas.

EL ESPECIALISTA

Marta Lamoca Martín

Licenciada en Medicina por la Universidad de Salamanca, la doctora Lamoca Martín se incorporó al cuadro médico del Hospital San Juan de Dios el año pasado. Labor que compagina con su trabajo en el Servicio de Dermatología del Complejo Asistencial Universitario de León (CAULE), en el que aterrizó tras realizar la realizar la residencia en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid. Consciente de que se trata de la especialidad más atractiva entre los MIR, al menos en la última década, volvería a elegirla si volviera atrás.

Aunque el sol aporta al organismo vitamina D, que aumenta la absorción del calcio en los huesos, en dosis elevadas y sin protección se puede volver en contra de uno porque, al tener memoria, la piel va perdonando los estragos a los que es sometida a lo largo de la vida, pero jamás los olvida.

Los UVA son capaces de atravesar hasta un cristal. ¿Lo más inteligente? Aplicarse un fotoprotector adecuado y evitar las horas centrales del día, las más peligrosas. En este punto, el sentido común se impone. “La radiación ultravioleta es la responsable de la producción de mutaciones en el DNA de nuestra piel”, recuerda la especialista.

“Aquí la gente –mucha con fototipo claro- es muy mayor y ha trabajado la mayor parte de su vida en el campo”, reflexiona sobre la mayor incidencia del cáncer de piel en una provincia en la que la dispersión geográfica no ayuda. “En el caso del melanoma, el cáncer cutáneo más agresivo, vemos un número más elevado, pero se diagnostica antes. Y eso mejora su pronóstico”, añade Lamoca. Y es que su curación depende en gran medida de su detección precoz.

Por eso, según apunta, es importante controlar los lunares ante bordes irregulares, crecimientos y tonalidades diferentes: “Si existen antecedentes familiares, quemaduras solares en la infancia o un número elevado de nevus displásicos son importantes las revisiones”.

A su vez, ejerce de ‘portavoz’ de numerosos trastornos que ocurren en el interior de nuestro cuerpo, y es por ello que no hay que infravalorar manchas, sequedad, verrugas y otras manifestaciones cutáneas porque pueden ser el aviso de que algo no funciona bien.

“Solo hay cuatro especialidades médico-quirúrgicas –Ginecología, Otorrinolaringología, Oftalmología y Dermatología- y yo quería tener un contacto directo con el paciente, además de la posibilidad de poder operarle”, asegura una doctora que ha venido a reforzar una rama, en la que también trabajan Luis Miguel Valladares Narganes y Miguel Enrique Egido Romo, con más de 2.200 enfermedades listadas.

No obstante, según precisa, el eczema, el acné, la urticaria, la alopecia, las lesiones melanocíticas, el cáncer de piel y las patologías inflamatorias y crónicas de la piel como son la dermatitis atópica y la psoriasis copan las consultas. Éstas últimas conllevan «enormes alteraciones» en la calidad de vida de quienes la padecen. Por eso, es muy importante empatizar con un tipo de pacientes que, pese a haber mejorado gracias a los tratamientos biológicos, a menudo se sienten frustrados.

“Estas terapias han supuesto una revolución y seguirán evolucionando en el futuro”, explica sobre unos fármacos que, al interferir, bloquear o anular algún paso de la vía inmunopatológica de la enfermedad, han cambiado su curso.

la entrevista

También las infecciones de transmisión sexual (ITS) como la sífilis o el virus del papiloma humano (VPH) se han disparado. ¿Hemos bajado la guardia?

En los últimos 15 años vemos más sífilis, porque se ha perdido el miedo al contagio del VIH/Sida. La sífilis primaria, cuando aparece la úlcera en la zona genital, es asintomática. Por eso, muchas veces el paciente no consulta. Sin embargo, cuando evoluciona, la llamada sífilis secundaria, llega a nosotros con erupción en el tronco, lesiones en palmas y plantas y otras manifestaciones cutáneas que nos hacen sospechar de su presencia. No obstante, VPH es lo que más vemos.

La pandemia COVID-19 ha disparado las consultas por problemas dermatológicos originados por el uso de hidrogeles y de mascarillas. ¿Qué manifestaciones cutáneas está viendo y cómo se puede prevenir su aparición?

El uso continuado de mascarillas y equipos de protección individual están provocando -tanto por la oclusión que conlleva como por el roce en las zonas de ajuste- problemas cutáneos como la rosácea o exacerbando otros ya existentes como el acné. Patologías en cuya aparición también está implicado el estrés. También vemos mucho eczema irritativo en manos por el abuso de geles hidroalcohólicos que, ante estos casos, se pueden sustituir por soluciones jabonosas.

La fotografía clínica en Dermatología es muy poderosa al tratarse de una especialidad visual. ¿Se está consolidando la telemedicina o el paciente es reacio a las consultas a distancia?

La situación actual ha consolidado la telemedicina permitiendo evitar derivaciones innecesarias al especialista y, en consecuencia, recortar las listas de espera. Es una herramienta que, aunque hay que utilizar con cabeza, tiene unos resultados muy positivos. Sobre todo, se revela muy útil en aquellos momentos en los que la carga asistencial es elevada.

El aumento de las reacciones adversas por tatuajes, piercings y esmaltados de uñas permanentes y semipermanentes es un hecho. ¿Con qué casos se encuentra en consulta y cuál es el perfil de paciente afectado?

Vemos ya mucha sensibilización a los acrilatos por el abuso de manicuras y pedicuras permanentes y semipermanentes, porque están en un montón de productos que van desde prótesis de cadera hasta lentes de cataratas pasando por stents coronarios. Y si el día de mañana las necesitas es un problema. Con respecto a los tatuajes y los piercings nos encontramos con granulomas, sarcoidosis e infecciones.

El contenido sobre cuidado facial se ha disparado en todas las redes sociales. ¿Por qué cree que la preocupación por los problemas dermatológicos es creciente?

La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y nos lo vemos, además de estar muy afectado por nuestro sistema inmunológico. Nuestra piel cambia continuamente y eso lógicamente nos preocupa.

Uno de los procesos asociados a la Covid-19 ha sido la caída del cabello. No obstante, ¿una alopecia puede ser tratada a tiempo con un buen diagnóstico?

El efluvio telógeno es una alopecia asociada al estrés que se está viendo más en esta pandemia y que es reversible. La Covid-19 produce un trastorno inmunológico importante y eso se ve también traducido en la caída del cabello. Pero hay que tener en cuenta que la alopecia es un mundo, son cientos de enfermedades, y, según su causa, tiene tratamiento o no lo tienen. Es fundamental hacer un buen diagnóstico capilar.