Julia Gutiérrez Ivars 1

EL ESPECIALISTA

REVISTA Nº 138 – MARZO 2020

Julia Gutiérrez Ivars

La neuropsicología es un punto de encuentro entre la psicología y la neurología, que se encarga de estudiar la relación entre los procesos mentales, la conducta y el cerebro. Por lo tanto, un neuropsicólogo se ocupa del diagnóstico y del tratamiento de aquellos problemas relacionados con la cognición, la conducta, las emociones y el funcionamiento cerebral.

La sesión neuropsicológica consta de varios servicios, que se alternan y organizan en función de las necesidades: asesoría, información a familiares, evaluación completa e individualizada, elaboración de informe y entrega del mismo, tratamiento, re-evaluación y seguimiento.

EL ESPECIALISTA

Julia Rodríguez Ivars

Dña. Julia Gutiérrez Ivars cursa sus estudios de Licenciatura en Psicología (2013) en la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid, realizan- do un perfil clínico. Se especializa mediante el Máster en Neuropsicología de la Universidad de Salamanca (2014). Actualmente, continúa su formación cursando el Grado en Logopedia en la Universidad Oberta de Cataluña

Ejerce como psicóloga y neuropsicóloga en diferentes centros privados y asociaciones de utilidad pública, dónde se familiariza con casos de Esclerosis Múltiple, Parkinson, Alzheimer, Enfermedades Raras, Traumatismos y Accidentes Cerebro-vasculares principalmente. Tiene experiencia docente como tutora de prácticas del Máster en Psicología General Sanitaria y del Master en Neuropsicología.

Participa como ponente en diferentes jornadas y elabora publicaciones en revistas de la especialidad.

La técnica

Se inicia el proceso con una entrevista, tanto a los familiares como a la persona que padece el problema. Este primer contacto junto con la observación, da la información necesaria para determinar cuáles van a ser los test y baterías neuropsicológicas necesarios. Primero se administran test de rastreo, que nos orientan hacia el problema, y luego se perfila con las baterías, que son más específicas.

Existen multitud de baterías, pero la mayoría consisten en preguntas (de cultura general, orientación en el tiempo y el espacio…) o pruebas (memorizar palabras, historias o imágenes, resolver acertijos, realizar dibujos, cálculos…), y en función de las respuestas se obtiene una puntuación que puede estar por debajo, en el rango medio o por encima de lo esperable teniendo en cuenta las características personales del evaluado (edad, estudios previos, reserva cognitiva…).

El objetivo es explorar los diferentes dominios cognitivos (memoria, atención, orientación, lenguaje, cálculo, praxias, gnosias y funciones ejecutivas), afectivos y conductuales, y así junto al resto de pruebas que se disponga, como las de neuroimagen, orientan a un diagnóstico. De una forma simple se podría decir que toda la información que disponemos de la persona nos da piezas de un puzle que debemos encajar de la mejor manera para comprender que está pasando y en consecuencia actuar para mejorar dicha situación.

Quizás uno de los test de rastreo más conocidos y empleados por su sencillez y rapidez es el Mini Mental, don- de nos pide, entre otras preguntas, recordar tres palabras (peseta, caballo, manzana), pero solo se trata un pequeño ejemplo dentro de todo el conjunto de pruebas que son necesarias para una correcta evaluación.

la entrevista

¿Desde cuándo trabaja en el Hospital San Juan de Dios de León?

Me he incorporado recientemente, implantando la consulta de neuropsicología que hasta el momento no existía.

¿Cuál es el balance?

En el breve tiempo que llevo trabajando en el San Juan de Dios el balance es muy satisfactorio, se trataba de organizar desde cero una consulta con todas las dificultades que eso implica, y más en un área tan desconocida a día de hoy como es la neuropsicología, y todo han sido facilidades y muy buena coordinación desde todos los servicios implicados.

¿Cuál es el perfil de sus pacientes y la patología más común?

La neuropsicología trabaja con personas con una gran variedad de patologías. El perfil fundamental es de personas con alteraciones neurológicas derivadas de: traumatismos craneoencefálicos, accidentes cerebro- vasculares, tumores cerebrales, enfermedades neurodegenerativas, alteraciones del desarrollo, enfermedades psiquiátricas….

Y se trabaja con todos los grupos de edad, en la primera infancia centrándose en un diagnóstico temprano y en la estimulación. En etapas escolares se suele atender problemas en el aprendizaje, técnicas de estudio o problemas atencionales. Y en la tercera edad principalmente existen medidas de prevención de demencias y diagnóstico temprano de las mismas.

Por concretar, la patología más frecuente sería la demencia, debida a la enfermedad de Alzheimer, por problemas cerebro-vasculares o derivada de la enfermedad de Parkinson.

¿Alguna anécdota o curiosidad?

Al trabajar con personas las anécdotas surgen casi a diario. Evaluando a un niño, una de las pruebas consistía en indicar qué tienen en común dos palabras. Al preguntar por rodilla y codo el niño respondió que están juntos. Le devolví la pregunta: ¿Cómo que la rodilla y el codo están juntos? Y él posó su codo en la rodilla, y así se pasó todo el resto de la evaluación pese a decirle en varias ocasiones que podía cambiar de posición.

Dentro de su especialidad, ¿hay alguna enfermedad que podría evitarse?

Tanto como evitable al 100% no, pero hacerlas me- nos probables, reducir sus efectos perniciosos o retrasar su avance, sí. Y en determinadas situaciones es todo un consuelo el poder dar una calidad de vida pese a convivir con una enfermedad. Sobre todo porque las afecciones neuropsicológicas suponen una gran repercusión para quien las padecen y para sus allegados. Para ello, es fundamental la detección precoz y la implantación de hábitos saludables (dormir bien, tener una vida activa, una dieta equilibrada, realizar actividad física, relacionarnos socialmente…).