
EL ESPECIALISTA
REVISTA Nº 141 – DICIEMBRE 2020
Ignacio Guereñu Carnevali
Esta rama antropológica o humanista de la medicina, encargada del estudio, prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de los trastornos mentales, ha sido históricamente considerada la “ciencia de la subjetividad”. Porque, según explica el doctor Ignacio Guereñu Carnevali, “en la Psiquiatría (del griego psiqué, alma, e iatréia, curación) la mayoría de las veces el médico está solo frente al paciente”. Sin muchas herramientas más.
EL ESPECIALISTA
Ignacio Guereñu Carnevali
Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Oviedo, el doctor Guereñu Carnevali trabaja en San Juan de Dios desde hace 15 años. Labor que ha compaginado hasta hace poco con su labor en diferentes puestos del área de salud de León. Entre ellas, la coordinación del equipo asistencial de la Unidad de Salud Mental (Independencia, 16).
En este Hospital se dedica a la psiquiatría de interconsulta, que se caracteriza por servir de enlace entre los aspectos psiquiátricos y médicos que envuelven al padecimiento de una enfermedad. “La mayoría de intervenciones tienen lugar a demanda de especialidades como Medicina Interna, Traumatología o Geriatría ante estados confusionales”, según precisa.
Padecer una enfermedad y/o lesión grave que requiera una hospitalización larga suele generar un cierto grado de estrés. “A veces hay que valorar la prescripción de un tratamiento psiquiátrico en un paciente que ha ingresado por otro motivo”, afirma
Guereñu Carnevali en relación, entre otros, a los trastornos ansioso-depresivos derivados de ictus y accidentes de tráfico.
Dentro de sus cometidos también está el asegurar la adherencia terapéutica del paciente durante su ingreso: “La falta de conciencia y abandono de los tratamientos provoca una alta tasa de recaídas que incide en una peor evolución del trastorno, y en algunas patologías graves en la aceleración del deterioro cognitivo”.
La Ley General de Sanidad de 1986 supuso un gran avance al equipar los trastornos mentales al resto de problemas de la salud, pero quienes los sufren -demasiado acostumbrados a soportar el concepto de distancia social- siguen lidiando con el estigma que aún pesa sobre ellos. “Hacen falta más recursos para integrar a estos pacientes en la sociedad”, confiesa el especialista del Hospital San Juan de Dios de León lamentando una “visión cortoplacista” que no ayuda a su abordaje integral.
“Ese es el camino, porque la prevalencia de la enfermedad mental seguirá aumentando en los próximos años”, advierte sin olvidar la implantación de estrategias de prevención del suicidio, la otra ‘epidemia’ más allá del coronavirus, de la mano de una Atención Primaria que se encuentra al límite. Y es que, al igual que ocurre en otro tipo de patologías, la detección precoz mejora el pronóstico..
El silencio que lo envuelve no ayuda. “Hay que estar alerta para ofrecer una respuesta rápida a esa persona que pueda estar pensando en quitarse la vida”, indica el experto en un destierro al tabú social que lo oculta.
la entrevista
¿Cuál será el impacto de la pandemia por Covid-19 sobre la salud mental de la población en general? ¿Y del personal sanitario en particular?
El sobreesfuerzo que han tenido que hacer médicos, enfermeras y auxiliares ha sido increíble y ha puesto de manifiesto unas carencias, sobre todo en Atención Primaria, que ya arrastrábamos. Llevan años aguantando mucho estrés y renunciando a sus descansos. Está por verse sus consecuencias a largo plazo. En cuanto a la población en general, esta situación de gran incertidumbre está disparando las fobias sociales y cuadros de ansiedad. Y luego está la patología depresiva tanto en la gente que ha pasado la enfermedad que, además, cuando alcanza una cierta edad, sufre el problema de la soledad; como en aquella que ha perdido a un ser querido sin tan siquiera haber tenido la oportunidad de despedirse. Los duelos patológicos, al no poder resolverse en el momento, pueden desembocar en una depresión.
¿Lo profundo o no de esa huella psíquica dependerá de los recursos que tenga cada persona para afrontar sus miedos?
La personalidad previa de cada uno es clave. La gente con una mentalidad positiva se enfrenta mejor a las crisis. Pero cada uno es como es. Está el que piensa que “hay que adaptarse como sea” y el que tiene la sensación de que “haga lo que haga las cosas van a ir mal”.
¿Es la depresión una mala gestión de la tristeza?
La depresión a veces no llega acompañada de tristeza, sino de síntomas como la pérdida de apetito y el insomnio o molestias físicas con una duración igual o mayor a 10 días. Es una alteración del estado de ánimo que cursa con pérdida de energía e ilusión, incapacidad para disfrutar, pensamientos negativos, bloqueo de los afectos, rumiaciones sobre la idea de la muerte y lleva aparejado el abandono de actividades habituales.
Los Equipos de Salud Mental constituyen el elemento central de la organización asistencial a estos pacientes. ¿Es el modelo mejorable?
Salud Mental es independiente de Atención Primaria, pero está coordinada con ella. En León hay cinco dispositivos, más un sexto destinado a la población infanto-juvenil, que hace 20 años no existían. Añadir a las plantillas psicólogos clínicos ayudaría a completar y desatascar la atención en el primer nivel asistencial y, de paso, permitiría liberar tiempo para que especializada pudiese dar una respuesta más completa a las patologías graves como trastornos depresivos resistentes y recurrentes, situaciones de riesgo de suicidio, trastornos afectivos bipolares, psicosis en sus distintas manifestaciones, etc…
El consumo de psicofármacos se ha disparado de una forma importante en los últimos años. ¿Se recetan con demasiada facilidad? ¿Es la terapia cognitiva conductual una alternativa?
Admito que se está produciendo un abuso. El hecho de que se apueste poco por la psicoterapia influye, aunque en muchos casos se indican conjuntamente. El uso de nuevos antidepresivos, con muchos menos efectos secundarios, se ha extendido más allá del de unos ansiolíticos que otros países como EEUU o Inglaterra está más restringido. Su capacidad de adicción está en duda, porque depende de la personalidad de quien los toma.