El doctor Ángel Lamoca Martín, especialista en ecografía ginecológica y obstétrica, se ha incorporado este año 2023 al cuadro médico del Hospital San Juan de Dios de León con la puesta en marcha de una consulta de seguimiento del embarazo con todas las pruebas necesarias de diagnóstico prenatal como el pliegue de la nuca, la presencia del hueso nasal y el flujo sanguíneo en el ductus venoso, una pequeña porción de la vena umbilical antes de su llegada al corazón.
“Son marcadores que observamos en el primer trimestre, en la ecografía de la semana 12, para hacer el cribado de cromosomopatías; mientras que en la del segundo trimestre (semana 20), realizamos un estudio exhaustivo de la anatomía del feto”, explica el experto en relación a una ecografía morfológica en la que se lleva a cabo una exploración sistemática y minuciosa de todo el feto, de la placenta, cordón y líquido amniótico para descartar alguna anomalía. Ya en la ecografía de la semana 35 se comprueba la presentación fetal (de cabeza o de nalgas) y el adecuado crecimiento.
Adjunto del servicio de Obstetricia y Ginecología del Complejo Asistencial Universitario de León (CAULE) desde 2004 tras finalizar la residencia en el mismo, este especialista en medicina fetal, licenciado por la Universidad de Salamanca (USAL), trabajará con uno de los mejores equipos tecnológicos del mercado: el Voluson E8 de General Electric (GE) Healthcare. Un sistema de ultrasonidos 3D/4D que permitirá obtener imágenes en alta resolución de cada órgano del feto para detectar posibles malformaciones o defectos congénitos en sus fases más iniciales y, así, articular el tratamiento más adecuado. Alteraciones que pasan por retrasos del crecimiento, defectos de columna, trastornos musculares o patologías intracraneales, cardíacas o torácicas.
“El 3D permite ver la morfología del feto y su reconstrucción en tres dimensiones mientras que con la aplicación en 4D es posible contemplar el movimiento fetal en el interior del útero, interpretando también su relación con el medio”, ha precisado sobre las ventajas de realizar la exploración en tiempo real. Para los padres ofrece, además, imágenes de gran nitidez en las que pueden ver las facciones y gestos del bebé incluso a partir de las primeras semanas de gestación.
“Equipos como éste permiten conocer con más precisión el desarrollo del feto a etapas cada vez más tempranas. Y lo hacen gracias a la alta definición de la imagen que se obtiene además de un nuevo estándar de doppler color que ofrece la visualización incluso de los vasos más pequeños”, según señala.
Con la aplicación en 4D es posible contemplar el movimiento del feto en el interior del útero, interpretando también su relación con el medio.

La entrevista
¿Las preocupaciones con las que las madres tardías viven su embarazo están en cierto modo justificadas?
La edad media para tener el primer hijo en nuestro país está por encima de los 31 años, cuando en los años 80 era de 25 años. El embarazo es un proceso que viene acompañado de numerosos cambios físicos e implica un notable sobreesfuerzo para el organismo de la mujer. Por ese motivo, aunque las complicaciones pueden ocurrir a cualquier edad, según aumenta ésta se incrementan también las posibilidades de que las gestaciones no lleguen a término o bien de que aparezcan diferentes patologías o condiciones como diabetes, placenta previa, preeclamsia (un trastorno hipertensivo peligroso), parto prematuro o mayor riesgo de alteraciones cromosómicas del feto que pueden dar lugar a síndromes como el de Down, el de Edwards o el de Turner.
¿Qué papel juega la ecografía en este sentido? ¿Y cuál es el momento más adecuado para realizar la ecografía 4D?
La ecografía ha sido desde su aparición el pilar fundamental para el diagnóstico prenatal y un adecuado seguimiento del embarazo. De ahí la necesidad de contar con equipos de alta resolución y ecografistas con cualificación. La base del diagnóstico es la ecografía bidimensional. Con la incorporación la ecografía 3D/4D, obtenemos en tiempo real imágenes de alta calidad de la morfología del feto que pueden ayudar al diagnóstico de determinadas anomalías. Aunque la ecografía tridimensional se puede realizar en cualquier momento del embarazo, las semanas más recomendables son las comprendidas entre las 22 y 32.
¿Cuántos controles ecográficos es necesario realizar durante la gestación? ¿Por qué es tan importante la ecografía morfológica de semana 20?
Son tres los estudios ecográficos básicos que se deben realizar en una gestación de bajo riesgo: uno por trimestre. En el primero, entre las semanas 11 y 13, se realiza el cribado de cromosomopatías; en el segundo, alrededor de la semana 20, realizamos un estudio exhaustivo de la anatomía fetal; y en el tercero, en la semana 35, se estudia el crecimiento del feto, así como su posición, el estado de la placenta y la cantidad de líquido amniótico. La ecografía del segundo trimestre es importante para detectar posibles alteraciones en los órganos del bebé, además de comprobar su desarrollo.
La ecografía ha sido desde su aparición el pilar fundamental para el diagnóstico prenatal y un adecuado seguimiento del embarazo.
¿Qué soluciones se plantean en caso de hallazgo de anomalía fetal durante la gestación?
El término anomalía congénita hace referencia a cualquiera con la que pueda nacer un bebé, aunque no se ponga de manifiesto hasta pasado un tiempo. La causa de la mayoría de ellas es desconocida y su naturaleza y gravedad puede ser muy diversas. Para los padres ser informados de que el feto tiene una anomalía supone un duro trance en muchas ocasiones difícil de aceptar. Conocer que el bebé va a nacer con una determinada anomalía permite que el nacimiento se produzca en un centro que pueda ofrecer asistencia específica, si así lo requiriera, o realizar seguimientos y poder adelantarse a posibles complicaciones. Para algunas situaciones, en los últimos años se han descrito técnicas cada vez más eficaces de terapia fetal intrauterina. En el caso de detectarse problemas severos en el feto, los padres pueden decidir interrumpir el embarazo -amparados por la Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva- hasta la semana 22 de gestación.